Nuestro Santuario.

Santuario del Santísimo Cristo de Villajos.
Situado a 4 kms., saliendo por la parte Noroeste de Campo de Criptana existe un Santuario dedicado al culto y veneración del Santísimo Cristo de Villajos, Patrón de la localidad.

Se quiere hacer una breve historia de los origenes del Santuario así como las muchas vicisitudes que han venido teniendo a través de los siglos de existencia, hasta conseguir transformarlo en el lugar que hoy dia es.


El Santuario procede de lo que fue el templo de la población medieval de Villajos, núcleo habitado ya en épocas pre-romanas según se comprueba a partir de los restos arqueológicos encontrados en ese paraje. Villajos fue cedido en 1162 por Alfonso VIII a la Orden de San Juan para su pre-población, y definitivamente desde 1237 pasó a depender de la Orden de Santiago, que en la segunda mitad del siglo XIII fundó El Campo (donde se ubica ahora Campo de Criptana). A este lugar se fueron trasladando a lo largo del siglo XIV los habitantes de núcleos existentes con anterioridad en el territorio que hoy forma su término municipal, es decir, Criptana, Posadas Viejas y Villajos, que quedó por entonces despoblado.


Sin embargo en ese lugar yá despoblado, debió quedar una Ermita, ya que, en acontecimientos datados en los años 1525, 1536 Y 1568, cuyas fuentes se basan en los libros de visitas de la Orden de Santiago, los cuales están conservados en el Archivo Histórico Nacional (Madrid), confirman que la ermita era conocida con la denominación de "Santa María de Villajos" o "Nuestra Señora de Villajos". También en esa documentación están reflejados los nombres de los Mayordomos que lo regian: Juan Miguel, denominado "el viejo"(años 1521-1525), Gonzalo de Flores (año 1536) y Juan Sánchez del Toboso (del Toboso era apellido), año 1568, que fue relevado en el cargo por Francisco Miguel Galindo.


El estado del edificio de la ermita era tan preocupante que en una de las visitas que periódicamente efectuaban los visitantes de la Orden de Santiago y en las actas que levantaban, se podía leer: "...es una ermita que tiene una capilla enhiesta, y todo lo demás caido... ", lo que evidenciaba que en otro tiempo había existido allí una iglesia. Por ello se le ordenó a Juan Miguel el viejo (año 1525) que con el dinero que obraba en su poder, recogido de donativos y otros menesteres, edificara una iglesia a continuación de la capilla que estaba hecha. Las obras se comenzaron y fueron realizándose muy lentamente siendo por el año 1568 cuando se llegaron a terminar.

Es durante el reinado de Felipe II (año 1575) cuando este monarca mandó confeccionar unas Relaciones Topográficas. En estas Relaciones y entre los datos recogidos referente a la Villa de Villajos se leía: "...que a una media legua de la población existe un Templo dedicado a Nuestra Señora de Villajos, San Marcos y Santa Úrsula..."

Santuario del Stmo Cristo de Villajos.
El paso de los años y el abandono de que fue objeto el Templo, consiguieron que alcanzara un alto grado de deterioro y fue a mediados del síglo XVII cuando un ermitaño granadino, llamado Juan Díaz, enamorado del lugar y a la vista del estado ruinoso que presentaba la edificación acometió la tarea de reconstrucción, viéndose apoyado en todo momento por los vecinos de la Villa, y fue en el año 1663 cuando se pudieron ver terminadas las obras.

Con el paso de los años y gracias a la generosidad de los vecinos se pudo adornar el Templo reconstruido con hermosos retablos barrocos, tan del gusto de la época (último tercio del siglo XVII), así como de alhajas, vasos sagrados de gran valor y una gran lámpara de plata para adornar el Presbiterio. Entre los vasos sagrados destacaba un Cáliz, que era de uso particular del Prior de la Orden de Santiago, don Sebastián Arias Berenguillo, natural de la Villa, que lo donó a su muerte ocurrida en el año 1688.


A finales del siglo XVIII y principios del XIX, y bajo la administración del capellán don Bernardo Perucho de Heredia, que la ejercitó durante 30 años, se realizaron bastantes obras de reforma en el Templo, colocándose la barandilla de mármol del Presbiterio, obra que fue promovida por D. José María Pulpón, contratando al maestro Alberto para que entarimara el suelo de la parte trasera de la reja colocada en el crucero (parte de esta reja se encuentra en la actual capilla del Stmo. en la Iglesia de la Asunción de Ntra. Señora, de esta localidad de Campo de Criptana.

Durante la guerra de la Independencia las tropas Napoleónicas entraron a saco en el Templo llevándose cuanto de valor había. En una relación facilitada por D. Bernardo después de pasado el saqueo, decía: "...queda tan solo un cáliz viejo de poco valor..."

En los años precedentes a la guerra civil, el entonces Capellán D. Especioso Perucho, hizo una gran reforma en el Santuario construyendo en los corredores contiguos a la Ermita amplias habitaciones para que sirvieran de albergue a los romeros en el día de la Fiesta, y una más comoda vivienda para el santero.

Durante la contienda civil, el Templo fue incendiado en su interior quedando la parte subsistente, dedicada a almacenamiento de combustible para el ejército.

Una vez terminada la contienda se comienza la reconstrucción y adecentamiento del Santuario con la valiosa ayuda, una vez más, del vecindario.
 
Santuario nevado
Poco a poco con el tesón y trabajo de las distintas Juntas Administradoras que la Hermandad ha tenido y tiene, el Santuario se ha ido transformando y adecentando con reformas, nuevas construcciones y labor de adecentamiento, para hacerlo un lugar de recogimiento, celebraciones fiestas, etc. siendo visitado constantemente, no solo por los vecinos de Campo de Criptana, sino también por los vecinos de los pueblos de alrededor, Alcázar, El Toboso, Miguel Esteban, Quero, etc. en los que existe una gran devoción y veneración a la Imagen del Cristo de Villajos.

Las obras más recientes que se han efectuado han sido la reforma del Retablo al que se ha querido dar una mayor identidad con el antiguo que fue destruido. La reforma la han llevado a cabo los Hermanos Lara de Socuéllamos, y las pinturas que representan a la Virgen Dolorosa y a San Juan, y que aparecen a ambos lados del Retablo, han sido obra del pintor de nuestra localidad D. Angel Morales.

Recogido de los textos elaborados por nuestros paisanos

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